La mañana se presentaba
fría y con aire, pero bueno no iba a ser un impedimento hacer nuestro
viacrucis, el recorrido a simple vista de mapa, no presentaba muchas dificultades y aun menos montañosas. Pero el viento, que a lo largo de la mañana soplaba con mas fuerzas, hizo que cada uno de nosotros,
tuviera su propio Calvario.
Para Calvario, el de nuestro amigo
Anastasio, que se hizo la mitad del recorrido el
solito luchando incansablemente contra el viento , seguramente
tendría alguna promesa.
La Semana Santa esas cosas tienes
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