El domingo 10 de Enero. Seis miembros del Club nos escapamos por patas…. Perdón, por ruedas, de la mismísima garganta del infierno cuando huíamos de ella y sus blancos y fríos dientes se cerraban sobre nosotros en forma de nieve por arriba y el duro hielo que habíamos pisado durante toda la mañana por debajo.
Anastasio y Félix hicieron de guías en una ruta que nos obligó en muchos momentos a pasear la bici, unas por los tramos empinadísimos, otras por las rocas que hacían imposible pasar montados e incluso por estar la estrecha vereda, que no es otra que la ruta de Carlos V, completamente obstruida por árboles talados. Amén de escaleras de piedra cubiertas por hielo o subidas por calzadas empedradas que entre la humedad, el hielo y los copitos de nieve hacían que no poner el pié a tierra fuera cuestión de mucha suerte además de la necesaria habilidad.
Rezar, creo que nadie lo hizo. Estando en
Oscar perdió la bomba en el tramo de árboles talados ya que las bicis iban sobre nosotros y no al revés como viene siendo habitual. En otra ocasión, emulando al señor del Averno y de esos parajes, clavó los cuernos en el suelo y dio la vuelta al gallo con bicicleta incluida. Menos mal que estaba casi parado por que la pendiente era de vértigo y llena de rocas.
Luis tenía reciente la caída en la bajada de
El Diablo creemos que no estaba esa mañana, hubiera oído hablar a Gustavo Ventura, que cuando lo hace en tono normal, jode los tímpanos de quien esté en cincuenta metros a la redonda, y hubiera venido a saludarnos.
El avituallamiento corrió a cargo de la madre y la hermana de Anastasio, que muy amablemente nos atendieron a la llegada con dulces y bebidas. Les estamos muy agradecidos por su atención y esperamos volver en más ocasiones a recorrer esta zona del Valle del Jerte que no sólo es bonita en primavera (además se llena de gente y no te dejan circular con ligereza sobre todo en la zona de los Pilones) porque cada estación del año tiene su encanto y sus propios colores. Esto lo sabemos bien todos los que asiduamente salimos al campo con bicicleta o sin ella.
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