SE ACABO JULIO

Sábado 23 horas, salida de la quedada nocturna, unos sesenta participantes dispuestos a disfrutar de un recorrido sin apenas dificultad alguna, pero que la noche lo hace diferente. En estas pruebas afinar los cincos sentidos es fundamental, y con todo ello algún que otro susto, siempre hay. Lo mejor de todo es que se disfruto de una noche maravillosa, y sin consecuencia alguna. Raro pero yo no estaba entre ellos.

Domingo

Parece mentira, pero ni me acuerdo de un domingo sin bici. He aprovechado la cama hasta las doce y mucho, vamos que tenia la duda de si desayunar o comer. Pero todo no queda ahí, ya que después de ver a Lobato, volví a caer en la horizontal, no es normal esto, pero mola ¡eh!

Con el sol ya terminando su jornada, recuerdo que tengo un asunto pendiente con la flaca.

Rodamientos de las bielas, los primeros kilómetros la sensación de pedalear es extraña, pa mejor ¡eh!, una suavidad increíble, ¡por fin!, se acabo, después de probar con dirección, ruedas y pedales, llegaba el gran momento y con ello, quitarme una preocupación, que me estaba desesperando. Pero duro poco, el dichoso ruidito volvió a flote y con ello mi desesperación, pero ahora aun peor, ya que tengo que añadir otro elemento a mi lista de descartes. Seguiremos investigando, otra no queda.

¡Que sera?.............



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