8 JULIO



 Subiendo Montemayor del Rio, con su castillo

Coincidencia, pero hoy hemos coincidido en el perfil, con la etapa del tour, no con puertos duros, pero si, con un constante encadenamientos de ellos.
Y para que la jornada sea redonda, el viento nos hará compañía durante toda la mañana.
Con apenas seis kilómetros en las piernas, comenzamos a subir el primero de la jornada, Puerto Perancho, cortito y tendido, apenas cuatro kilómetros, lo que decido subirlo en compañía del Rubio. La bajada nos deja en la Pesga donde comienza el segundo, Portilla de Mesa Santa, de cinco kilómetros, este ya lo subo exprimiéndome, haciendo una buena serie, corono y bajo a buscar al rubio, coronamos y tras una ligera bajadita la tercera, portilla Alta que tras su correspondiente bajada nos deja en Vegas, y sin tiempo para recuperar a por la ultima de esta serie, la portilla del Pinar.
El Rubio parece tener algún síntoma de flaqueza, lo que me hace coger la cabeza en este tramo de llano que nos dejara en Sotoserrano, a pie del coloso de la jornada, Lagunilla. 17 kilómetros muy tendidos, nada que ver con la vertiente extremeña.
 
Con motivación, subo exigiéndome en cada kilómetro, excepto los dos últimos, donde un falso llano, termino quemándome, corono en el mismo pueblo de Lagunilla, donde espero al Rubio, el cual decide no parar y como calca de lo que llevamos, bajada y por cierto muy mala, nos deja en Montemayor del Río y para arriba, que este si es el ultimo.
El viento a decidido que quiere hacer toda la ruta con nosotros, pero en dirección contraria, menos mal que lo que queda es favorable.
A relevos hasta Zarza, donde el Rubio, va ya maduro, el impresionante ritmo que llevábamos, le ha hecho mella, se pone a rueda y le marco un ritmo cómodo, para acabar con casi cinco horitas y 123 kilometros.
   

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